viernes, 1 de julio de 2022

Julia Matveeva

 

  Probablemente heredé mi pasión por la fotografía de mi padre. Cuando mi hermana y yo éramos pequeñas, a menudo nos fotografiaba para posteriormente revelar las películas y positivar las copias bajo una luz roja en el cuarto de baño.

  Con su cámara, una Zenit de hace 40 años todavía puedo tomar fotografías.  

  Aunque compre una cámara digital en 2009, no me gustan las imágenes digitales porque considero que la fotografía tiene que vivir físicamente y para ello la fotografía debe sostenerse en unas manos, deben de colocarse en un estante o colgarse expuestas en una pared.

  Ahora solamente fotografío con película utilizando cámaras Becca y Pentax y para el copiado prefiero formas alternativas de copiado.

   Mi esposo me enseñó la impresión alternativa. Cuando vi por primera vez sus cianotipos me causaron una fuerte impresión. Y decidí intentarlo. Resultó ser un proceso muy emocionante, porque manteniendo siempre las mismas proporciones, el resultado puede ser impredecible.


Selfportrait - Cyanotipe. © Julia Matveeva 


  Imprimo en casa. 

  El dispositivo principal es tan solo una lámpara ultravioleta y lavo, tinto y seco en el baño al igual que hacía mi padre.




  Cuando preparo papel para su copiado suelo mucho escuchar música clásica: Scarlatti, Rachmaninov, Beethoven, Haendel en mi equipo portátil SVEN.



https://www.youtube.com/watch?v=3aqty1eIjpg